Argentona es conocida por muchas cosas, pero si una destaca entre las demás es por su feria de la Cerámica, un evento que cada verano durante tres días acoge miles de visitantes.
La riqueza y la diversidad de su patrimonio natural y cultural potencian el atractivo residencial de Argentona, formando parte de las encantadoras poblaciones que conforman la COSTA DE BARCELONA.
A tan solo 33 kilómetros de Barcelona y a 4 de Mataró, la población está rodeada de bosques. El descubrimiento de aguas de fuentes minerales y medicinales promovió la construcción de balnearios, como el Font Picant, y llevó a la ciudad a ser lugar de veraneo de la burguesía barcelonesa.
El núcleo urbano de Argentona se halla en el margen derecho de la “Riera de Argentona”. Esta población se encuentra muy cerca de la ciudad de Mataró y a unos 30 kilómetros de Barcelona, contando con una muy buena conexión a esta por autopista.
Las casas se agrupan alrededor de la iglesia. Otros núcleos de población son San Miquel del Cros, unos tres kilómetros “riera” abajo, y las urbanizaciones de “Les Ginesteres”, “Can Cabot”, “Can Raimí” y “Sant Pere de Clarà”, sobre los montes que se alzan a ambos lados de la “riera”, y no hay ningún lugar que no se viva bien, es un lugar ideal para vivir.
Argentona tiene una amplia oferta de comercios, desde pastelerías, supermercados, librerías y el mercado en La Plaça de Vendre que abre cada mañana de lunes a sábado, y ofrecen cada día productos frescos y artesanales de calidad.
En Argentona encontraremos una gran variedad de restaurantes, desde comida típica Catalana, mediterránea, brasa, tailandesa, uruguaya…para todos los gustos y bolsillos.
Encontramos diferentes opciones para los pequeños de la casa, desde guarderías privadas o públicas, así como colegios e instituto. Además dispone de una aula de música, y escuelas de idiomas, para mayor comodidad.
Situada entre la cordillera Litoral y el mar, rodeada de montañas, hacen que sea prácticamente imposible no salir a pasear por su senderos, descubrir la ruta de las fuentes o subir al castillo de Burriac. Y sino tenemos suficiente, el Parque Natural del Montnegre y el Corredor nos queda muy cerquita.
Una cita imprescindible es la fiesta mayor de Sant Domènec, el 4 de agosto, que coincide con la Feria Internacional de Cerámica. Durante esta jornada se organizan los actos de más tradición, como la renovación del voto del pueblo, la bendición de las aguas de la fuente de Sant Domènec, la venta del botijo del año y los juegos de agua.
Otra festividad importante de Argentona es la fiesta mayor de invierno de Sant Julià, el segundo domingo de enero.
Una de las riquezas más importantes de Argentona son las aguas, de gran calidad y pureza, que son filtradas por las tierras de sablón de la cordillera Prelitoral. La villa cuenta con más de 215 fuentes, de las que la más emblemática recibe el nombre de fuente Picant. Su peculiaridad recae en la naturaleza de su agua mineral, que es gasificada.
El corazón de la villa es la plaza Nova, junto a la plaza está la iglesia de Sant Julià, una construcción del siglo XVI reformada años más tarde por Puig i Cadafalch.
Este arquitecto también construyó Can Garí, un palacio modernista rodeado de jardines, con grandes dependencias, un teatro e incluso una iglesia y la casa donde vivió durante muchos años. La ruta Puig i Cadafalch que parte de Mataró, se detiene también en Argentona.
Otras casas modernistas de la villa son Cal Gol, Cal Galopa y Cal Caramany.
En la plaza Nova está aparcado el convoy número dos del tranvía que comunicaba el pueblo con Mataró, y que transportaba a trabajadores y turistas que iban de excursión a la villa.
Cerca de la plaza central, en una edificación de estilo gótico se encuentra el Museo del Botijo, que acoge una colección de más de 1.500 ejemplares. Aquí se puede conocer la historia de esta tradición de los ceramistas de Argentona, que empezó en 1951.