No podemos hablar de una zona en la que se viva mejor que en otra. En cualquier lugar de Cabrils se vive muy bien. Bien es verdad que según las circunstancias de cada familia habrá lugares que se adecuarán mejor que otros a sus necesidades. Por ejemplo, una pareja mayor que no tenga vehículo propio seguramente preferirá vivir en el centro del pueblo para estar más cerca de las tiendas, mientras que una familia cuyos componentes deban trasladarse a menudo a Barcelona en coche probablemente preferirá no estar demasiado alejada de los accesos de la autopista. Para quienes lo importante sean las vistas al mar, desde las urbanizaciones de Cabrils, al ganar altura, no se cansarán de mirarlo. En todos los casos las familias tendrán la calidad de vida asegurada.

Podemos decir que la crisis que ha afectado el sector inmobiliario los últimos años ha pasado de largo por Cabrils. De hecho las grandes casas residenciales que hay en las urbanizaciones se han revalorizado. A ello no es ajena la demanda de casas unifamiliares por parte de extranjeros y de familias de Barcelona que desean trasladar su residencia habitual a un lugar mejor para vivir. Destacan urbanizaciones como Montcabrer, La Llobera, Carlos Tolrà o la de Sant Crist. Familias que desean estar en contacto con la naturaleza y con todos los servicios que se necesitan a su alcance. También el centro de Cabrils está muy solicitado, puesto que es un pueblo acogedor, agradable y en el que se vive muy bien.

Cabrils está un poco elevado por lo que el mar se ve desde casi todas partes. La mayor parte de las casas con jardín que hay en el municipio tienen vistas al mar. Y las que están en las urbanizaciones más elevadas ofrecen además unas vistas insuperables del Skyline de Barcelona.

Como en todos los pueblos hay excelentes establecimientos de proximidad en los que se puede comprar carne, fruta, pescado, pan o el “tortell” del domingo. Estos comercios están agrupados en la Associació de Botiguers i Comerciants (“Associació Nou Comerç Cabrils”). También podemos adquirir todo tipo de productos en el mercado semanal que se celebra los domingos en el pueblo vecino de Vilassar de Mar, o en alguno de los supermercados que hay en Cabrils.

¡Vaya pregunta! En Cabrils hay más de media docena de restaurantes y todos nos gustan. Hay restaurantes de menú para ir a comer cada día y otros más de ocasiones especiales y precio más elevado, pero todos tienen un excelente producto y todos son recomendables. Cabrils es todo un referente gastronómico de la comarca. No olvidemos que cada año, con motivo de la fiesta mayor, se celebra la Mostra Gastronòmica, Comercial i d’Artesans que ya ha alcanzado la 32 edición, y es un acontecimiento gastronómico, económico y turístico de primer nivel. Durante la Mostra se pueden degustar los platos, vinos y cavas más representativos de la comarca, algo que cada año atrae amantes de la gastronomía de las más diversas procedencias.

En verano muchos vecinos bajamos a las playas cercanas a cenar en alguno de los chiringuitos. En invierno las opciones son muchas y depende de lo que deseemos comer y gastar. Desde una pizza a un pescado hay opciones para todos los gustos.

Sí, sin lugar a dudas. En Cabrils hay una Escola Bressol para los más pequeños. También hay la Escola L’Olivera y la Escola Mas Maria en las que se imparte el segundo ciclo de la educación infantil (EI) a niños de 3 a 6 años (p3, p4 y p5), el Institut de Cabrils donde pueden cursar la educación secundaria obligatoria (ESO) de forma gratuita, y en el mismo pueblo hay una Escola de Música. Y no podemos olvidar la biblioteca pública ubicada en el edificio de una antigua fábrica textil, la Fàbrica Solé Fabra, levantada en 1884.

En Cabrils hay un Pabellón Polideportivo, una zona deportiva municipal destinada a la práctica de deportes al aire libre, un complejo deportivo municipal, pistas multideportivas, parques de salud destinados a la práctica de ejercicio moderado, y también un Skatepark. Una gran oferta deportiva sin lugar a dudas. Además, al estar rodeados por naturaleza, un buen modo de hacer deporte es andar por los numerosos senderos o seguir algunas de las rutas señalizadas, como la que recorre el Arborètum de Catalunya, un auténtico oasis de naturaleza.