Sant Vicenç de Montalt ocupa una posición privilegiada entre el mar y la montaña, entre Llavaneres y Caldes d’Estrac. Su clima, su naturaleza y su historia hacen que cualquier lugar del pueblo ofrezca una gran calidad de vida como lugar de residencia todo el año.

Sant Vicenç de Montalt tiene una urbanización de lujo que es un referente en el Maresme desde siempre, el Supermaresme, una gran zona residencial con servicios extras para sus propietarios y vigilancia privada. Esta zona ha conservado su valor a pesar de los tiempos de crisis. En Supermaresme podemos encontrar las casas más exclusivas, con grandes parcelas, mucha privacidad y maravillosas vistas al mar. Le siguen Les Bilbenyes y Santa Maria del Balís, dos urbanizaciones más, con casas de grandes dimensiones, tanto de nueva construcción como para rehabilitar. Aquí hay casas con gran potencial, situadas en parcelas únicas y que tienen muchas posibilidades para convertirse, con algo de inversión, en viviendas maravillosas. En la zona de Can Ripoll y Moltalparc, encontramos la gran mayoría de casas adosadas, desde las que, por su cercanía al mar, se puede acceder a la playa a pie.

El pueblo siempre ha tenido una relación muy estrecha con el mar. Su fachada marítima conserva un buen número de casas construidas por la burguesía catalana entre el siglo XIX y el XX que forman el conjunto arquitectónico junto al mar de aquella época mejor conservado del Maresme. La situación elevada del pueblo permite, además, disfrutar de buenas vistas del litoral desde numerosas zonas.

Como en todos los pueblos hay excelentes, variados y abundantes comercios de proximidad. Existen numerosos establecimientos de alimentación en los que comprar de todo, desde pescado, fruta, carne, pan o el postre del domingo. Y también productos de jardinería, papelería, náutica, regalos o electricidad entre otros. Además, los jueves hay mercado semanal en la plaza del Poble, y los sábados en la avenida Toni Sors.

Buenos y muchos. En el pueblo hay cerca de una veintena de restaurantes. Desde mexicanos a japoneses, sin olvidar los dedicados a las tapas, a los mariscos o los que ofrecen cocina mediterránea.

Uno de los productos estrella del pueblo es la humilde pero imprescindible patata. En Sant Vicenç cada año se celebran unas Jornades Gastronòmiques de la Patata, por ser éstas un producto muy arraigado en la historia del pueblo. Sus propiedades nutritivas y alimenticias hacen que la patata sea un producto de proximidad con un gran abanico de posibilidades gastronómicas dentro de la cocina mediterránea. La vecindad con poblaciones como Llavaneres favorece que productos típicos de esta población como los guisantes también tengan mucho arraigo en Sant Vicenç.

En Sant Vicenç existe una muy buena oferta de escuela pública que va desde la educación infantil hasta el bachillerato. Tenemos la Escola Bressol Municipal Els Garrofers (0-3 años). Dos escuelas de educación infantil y primaria (3 a 12 años), la Escola Sant Jordi y la Escola Sot del Camp. Y el Institut de Secundària Esteve Albert (ESO y bachillerato). Y no podemos dejar de mencionar la Escola Municipal de Música L'Oriola.

En Sant Vicenç de Montalt hay una decena de entidades deportivas con actividades tan diversas como el fútbol, el básquet, el aeróbic, el ciclismo o la petanca. Además como en la mayor parte de los pueblos del Maresme la naturaleza ofrece un sinfín de senderos en los que poder caminar o ir en bicicleta. Obviamente el mar y la playa también permiten la realización de todo tipo de actividades deportivas. En cuanto a los equipamientos hay el Camp Municipal de Futbol Toni Buch, el Pavelló Municipal Toni Sors, la Piscina Municipal y las Pistes Municipals de Petanca.

En el 2019 se ha celebrado la primera edición de la Santvi Fest, una fiesta pensada y dirigida exclusivamente a los jóvenes. El éxito de esta primera edición augura muchas más. En Sant Vicenç tienen lugar dos fiestas mayores, la de invierno o Festa Gran, el 22 de enero en honor al patrón Sant Vicenç, y la de verano el 15 de agosto. Por Navidad se celebra la Fira de Nadal.

Ahora mismo disponemos cerca de 700 viviendas en nuestro porfolio. Viviendas de todo tipo, desde pequeñas casitas de pueblo o bonitos apartamentos, hasta grandes fincas. Y de todos los precios y tamaños.

El objetivo de Best Maresme es que nuestras propiedades respondan a las expectativas de nuestros clientes en cuanto a calidad/precio. Busquen lo que busquen, las personas que entran en nuestra agencia lo encuentran, y si no lo tenemos, lo localizamos, pues también disponemos de un servicio de personal shopper completamente gratuito. Encontrar la casa ideal en un área tan extensa como el Maresme se puede convertir en una gestión compleja para una persona particular. Como somos especialistas en el mercado y conocemos perfectamente el mercado de viviendas en el Maresme ayudamos a encontrar sea lo que sea que esté buscando. En definitiva ayudamos a simplificar mucho la búsqueda y, sobretodo, hacerla fácil y cómoda.

No podemos dejar de pasear por el paseo Marítim, llamado paseo del Marquès de Casa Riera. Por el camino disfrutaremos contemplando las casas que a caballo de los siglos XIX y XX erigió la burguesía catalana como segunda residencia. En el centro histórico, unos dos kilómetros tierra adentro, encontraremos edificios y casas destacadas, como la Masía de Can Brunet, que incluye una torre de defensa cuadrada, o la Casa La Mongia y su torre medieval. También veremos diversas torres de defensa en Can Saurí, en el Castell de Ca l’Oliver o en el Torreó del Baró de Can Valls, en el notable Parc dels Germans Gabrielistes.

La estación de Rodalies de Caldes d´Estrac está comunicada con el pueblo de Sant Vicenç mediante una línea de bus. También hay enlaces mediante bus con las poblaciones vecinas y con Barcelona.