Una pradera de césped natural es motivo de felicidad
La sensación de andar descalzo sobre una pradera de césped, es, para muchos, la quintaesencia del verano.
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El césped resiste casi todo
Al contrario que una terraza de piedra o de azulejos, la pradera es un organismo vivo y, precisamente por eso, más duradera y transitable.
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Instalar césped natural es asequible
Poner césped es más económico que instalar un pavimento. Las semillas son más baratas y no necesitas hacer grandes obras.
El césped se adapta a todo tipo de estilos
En jardines de estilo romántico o en los minimalistas, el césped combina bien con todo tipo de plantas.
El césped da sensación de amplitud
En los jardines de mediano y gran tamaño, una pradera da amplitud visual; en los pequeños, sin embargo, no se recomienda plantar césped la alternativa es el césped artificial –perfecta solución para terrazas y áticos.
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Requiere de cuidados
La pradera tiene que podarse, como mínimo, cada dos semanas y regarse a menudo. Si viajas mucho o no tienes tiempo y no quieres contratar un jardinero, es mejor que optes por una terraza de piedra o un pavimento.
➡Fuentes: Houzz