La población rusa residente en Barcelona se ha incrementado en un 67 % en los últimos diez años.
Según diversas fuentes en estos momentos hay muchas carteras de inversión rusas con liquidez suficiente para adquirir una casa de lujo y Barcelona sigue siendo una ciudad con características muy atractivas para el comprador ruso.
El portal inmobiliario Barnes afirma que los inversores rusos llegan a ser más de un 10% de la demanda inmobiliaria extranjera, quinta colocación en una lista encabezada por los franceses representando el 20 %, seguidos de los británicos (18 %), los italianos (16 %), los alemanes (15 %) y los belgas (12 %).
Este aumento de la demanda rusa por inmuebles y casas de lujo en Barcelona se debe a la estabilización del precio del rublo y al crecimiento del mercado de la vivienda en Barcelona.
A pesar del incremento de los inversores rusos en Barcelona, esta semana se ha hecho eco en los medios la noticia de que una de las casas más caras de Barcelona se ha puesto a la venta, precisamente, por un ciudadano ruso.
La casa, de 1.500 m2, no es de las más espectaculares de la zona, pero al haber pocas en venta ha salido al mercado por 11.000 euros el metro cuadrado.
La falta de inmuebles de lujo a la venta en el área metropolitana ha generado una demanda por inmuebles de lujo en la costa de Barcelona, especialmente en la zona del Maresme, donde la capacidad actual de compra del Rublo ofrece excelentes opciones de inversión en inmuebles.
El mercado ruso no es un mercado fácil y los inversores rusos son muy exigentes a la hora de seleccionar el tipo de inmueble que desean adquirir.