El turismo tiene muchas vertientes. Hay turismo de playa y turismo de montaña, turismo deportivo o turismo de relax, turismo termal o turismo gastronómico, turismo familiar o turismo de aventura, turismo cultural o turismo arqueológico… Cualquier tipo de turismo que podamos imaginar, cualquiera, lo tenemos en el Maresme, a cuatro pasos de Barcelona. Pero es que en el Maresme también podemos realizar turismo de cementerios. Sobre todo en dos cementerios muy especiales, el de Arenys de Mar y el de Canet de Mar.
Cementerio de Arenys de Mar
En Arenys de Mar y con vistas al mar, se erige el cementerio más literario de Catalunya. En él no solo está enterrado el poeta Salvador Espriu, sino que protagoniza en una de sus obras más emblemáticas “Cementiri de Sinera” (Sinera es Arenys al revés). En esta obra, el poeta se refiere al cementerio con bellos versos “Passejaré per l’ordre de verds xiprers immòbils damunt la mar en calma”.
El poeta está enterrado en el nicho número 381, al final del segundo rellano a mano izquierda. Hasta él se llega a través del camino del cementerio, bordeado de cipreses que se elevan hacia el cielo. Una vez llegados a la cima de la colina tenemos a nuestro alcance unas bellas vistas del pueblo y otros lugares cercanos alrededor de Arenys de Mar.
El cementerio de Arenys de Mar fue inaugurado en 1868 junto la ermita de la Pietat. Está dividido en tres grandes rellanos atravesados por el paseo de los cipreses. Los dos primeros rellanos están rodeados de nichos y en el tercero hay los panteones construidos por gente adinerada de la población como industriales o “americanos”. En este espacio podemos disfrutar de esculturas de autores como Josep Llimona, Frederic Marés o Venanci Vallmitjana.
Cementerio de Canet de Mar
En la época de mayor esplendor del estilo modernista, a finales del siglo XIX principios del XX, Canet de Mar era una población rural, industrial y pesquera. Los industriales y grandes propietarios rurales se construyeron numerosas casas, muchas de ella siguiendo el estilo modernista imperante. Naturalmente un buen número de estos propietarios se hicieron construir un panteón familiar en el cementerio
Como el de Arenys de Mar, el cementerio de Canet de Mar es de estilo mediterráneo. Además de los nichos hay algunos panteones muy suntuosos y de gran calidad arquitectónica. Estos panteones dan buena fe de la riqueza de quienes los hicieron construir. En ellos trabajaron arquitectos, escultores y artesanos como Lluís Domènech i Montaner (panteón Domènech), Eduard Ferrés i Puig (panteón Busquets), y Josep Llimona i Bruguera (panteón Domènech). Algunas de las esculturas son una muy buena muestra del alto nivel de la escultura modernista catalana.
La mayor parte de los panteones fueron construidos entre 1900 y 1910, aunque alguno, como el panteón de la familia Santinyà, está fechado en 1927, fuera ya del periodo modernista, y fue proyectado por Josep Viladomat.
Otros panteones
Panteón Busquets. Seguramente el más impresionante del cementerio gracias a su monumentalidad, fue proyectado por el arquitecto Eudard Ferrés i Puig.
Panteón Magdalena Casals i Roura. Es una mezcla de estilos con una fachada coronada por un frontón y flanqueada por dos pináculos con una estatua central que representa la fe. Los desagües se realizan a través de unas gárgolas con figuras de monstruos.
Panteón Domènech i Montaner. Panteón muy sencillo en el que se intuye la figura de un Cristo mostrando la cruz. La obra original de esta escultura era de Josep Llimona fue parcialmente destruida durante la Guerra. Al fallecer durante la dictadura del general Primo de Rivera, Lluís Domènech i Muntaner no fue enterrado en él, aunque en la tumba figura su nombre. Las cenizas del arquitecto reposan en el cementerio de Sant Gervasi en Barcelona. En el panteón sí que hay las lápidas de su esposa Maria Roura y del hijo de ambos, Ricard.
Panteón Font. Panteón proyectado por Lluís Domènech i Montaner con la colaboración del su hijo Pere Domènech i Roura. Es un panteón lujoso y sobrio a la vez, construido básicamente con piedra natural con adornos cerámicos y vitrales.
Panteón Domingo Pascual. Inicialmente fue la tumba del forjador modernista Domingo Pascual, realizado por él mismo. Pascual trabajó para arquitecto modernistas como Doménech i Muntaner y Gaudí, por lo que se cree que éste último intervino en el diseño de la barandilla. Los trabajos de hierro forjado de este panteón son de una gran calidad.
Panteón Pau Font. Importante panteón propiedad de una familia de capitanes de barco. Es un gran edificio de planta cuadrada construido en piedra, con numerosos detalles de hierro forjado como las rejas de las ventanas o los ornamentos de la parte superior. El edificio está coronado por un gran ángel del juicio final obra del escultor Pagès Serratosa.
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