El Castell de Santa Florentina, en Canet de Mar
El Castell de Santa Florentina es un antiguo edificio medieval del siglo XI que se encuentra en Canet de Mar, Maresme. Está edificado sobre la planta de una antigua villa de la época romana. En el siglo XI el edificio se convirtió en una masía fortificada para combatir las incursiones piratas. A finales del siglo XIX, Ramon de Montaner i Vila, propietario del edificio y de la editorial Montaner i Simón (hoy sede de la Fundació Antoni Tàpies), encargó a su sobrino Lluís Domènech i Montaner la restauración del mismo y su ampliación.
Lluís Domènech i Montaner, uno de los máximos exponentes del Modernismo catalán, diseñó uno a uno los 3.000 metros cuadrados habitables de Santa Florentina. Con un equipo formado por algunos de los mejores artistas y artesanos de la época, introdujo vitrales coloreados con símbolos religiosos, grandes piezas de mármol con mosaicos para los suelos, maderas talladas y artesonados para los techos, vidrieras, cerámicas, hierro forjado y esculturas que armonizan un equilibrado espacio lleno de color, luz, formas y volúmenes.
Domènech i Montaner definió el proyecto como una residencia palacio con toques medievales y románticos de castillo en armonía con un estético y creativo lenguaje modernista. Esta reforma inspirada en elementos medievales, modernistas y neogóticos le dio mayor renombre al Castillo de Santa Florentina.
El Castell de Santa Florentina debe su nombre a una reliquia traída desde Roma por Ferrer de Canet como presente y protección entregada por el Papa Benedicto XII y también por el recuerdo de la esposa de Ramon de Montaner, Florentina Malatto i Suriñach. En 1910 el rey concedió el título de Conde del Valle de Canet a Ramon de Montaner como reconocimiento a su labor industrial y cultural.
En 1921, a la muerte de Ramon de Montaner, heredó el castillo su hija Júlia, casada con el artista y decorador Ricard de Capmany, padres del pintor Ramon de Capmany i de Montaner. Las hijas de Ramon de Capmany, Mª Teresa y Florentina, heredaron el Castillo de Santa Florentina y la Casa Fuerte respectivamente. En la actualidad, descendientes de la familia Capmany siguen viviendo en la Casa Fuerte.
El castillo fue uno de los escenarios de la serie “Juego de Tronos“, concretamente durante el sexto episodio de la sexta temporada, cuando se convirtió en Horn Hill. En tan solo nueve días un equipo de decoradores lo convirtió en sede de la Casa Tarly. Las decoraciones eran increíbles y añadían un estilo gótico al castillo.
Durante todo el año puede visitarse el castillo con audioguías en 8 idiomas, y el acompañamiento en todo momento de una persona del equipo. Además, fuera de los meses estivales, hay la opción de visita guiada. También puede alquilarse para bodas y todo tipo de celebraciones.
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Una respuesta a “Edificios emblemáticos del Maresme (V)”