Empezando por el nombre, el Maresme, y siguiendo por la mayoría de los apellidos de un gran número de sus pueblos, de Mar, todo en esta comarca nos recuerda que el mar es omnipresente.
El mar se extiende de norte a sur y baña la mayor parte de sus poblaciones. Y las que están en el interior están tan cerca que pueden oler la brisa marina que llega por la mañana e, incluso, verlo desde las suaves ondulaciones que recorren el territorio. De este modo cada pueblo del Maresme, aunque esté en el interior, tiene su playa.
Este es el caso de Vilassar de Mar y sus vecinos Cabrils y Vilassar de Dalt. En un principio Vilassar de Mar, que se extiende entre los términos de Premià de Mar y Cabrera de Mar, era el barrio marítimo de Vilassar de Dalt. La pesca y la construcción náutica, antaño, predominantes, han sido desplazadas por el cultivo de la flor y, sobre todo, por el turismo veraniego y residencial. Como ocurre en otras poblaciones del Maresme, los temporales de Levante castigan las playas, aunque en Vilassar la arena resiste, ofreciendo un buen aspecto.
La playa de Ponent
La playa de Ponent es la situada más al sur, linda con la de Premià de Mar y està ubicada frente el Mercat de les Flors. Tiene una extensión de algo más de un kilómetro. Es una playa discontinua puesto que en algún tramo ha perdido la arena. En su parte sur es la playa nudista de Vilassar y al norte termina en la playa del Astillero o “dels Pescadors”.
Playa dels Pescadors
En la playa dels Pescadors fue construido un espigón de piedras donde los pescadores locales que todavía ejercen su oficio guardan sus embarcaciones al abrigo de temporales. Entre la vía férrea y esta playa, existe un camino de tierra ideal para pasear o correr y en la misma playa hay un chiringuito donde degustar pescado fresco.
Playa de Vilassar de Mar
Al norte de la estación empieza la playa de Vilassar, que mantiene su nombre a pesar de no conservar la mayoría de su arena. La playa de Vilassar finaliza en el linde municipal con Cabrera de Mar. En esta playa la arena se mantiene gracias a los diversos espigones construidos donde está el Club Náutico y el restaurante Palomares, ambos en riesgo de desaparición por las limitaciones que impone la Ley de Costas. El acceso de vehículos desde la N-II a la playa configura la división entre Vilassar de Mar y Cabrera de Mar, y es precisamente en esta zona, donde la playa es más extensa y donde se encuentran la mayoría de chiringuitos.
Aparcar en la playa
Un consejo, mucho cuidado donde dejar el coche. La guardia municipal está muy pendiente, especialmente en verano, de todas las infracciones cometidas en los terrenos ubicados junto la playa en los que, a pesar de no estar asfaltados, hay colocadas numerosas placas de prohibido aparcar. Es aconsejable llegar pronto para poder encontrar sitio o bien aparcar el coche dentro del pueblo y cruzar por los diferentes pasos subterráneos. Alguno de estos pasos como los de la playa de Vilassar de Mar o el de la Playa de Pescadores disponen de ascensor.
Otra manera muy cómoda para llegar a Vilassar de Mar es mediante el tren de cercanías que tiene parada justo delante de la playa dels pescadors.
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