Las Masías Catalanas, una referencia en el Maresme

La Masía es una construcción que se remonta a los siglos IX y X, y ha estado siempre vinculada a las explotaciones agrícolas y ganaderas de carácter familiar. Desde la Edad Media, los derechos de explotación se transmitían de padres a hijos, aunque con el paso del tiempo, muchas de estas construcciones se reinventaron hasta convertirse en masías modernas que son hoy objeto de deseo.

España es un país rico en matices y su arquitectura tradicional no lo es menos: los cortijos andaluces, las casas payesas, los caseríos vascos… Buena parte del territorio cuenta con ejemplos propios de una arquitectura típica. Eso es precisamente lo que es una masía catalana: el máximo exponente de la arquitectura rural de la zona.

Masías de Cabrera de Mar

En la época moderna (siglos XVI-XVIII), Cabrera de Mar era una villa campesina y la vida se articulaba alrededor de las masías, de las cuales hoy todavía perviven una treintena.

Entre las más importantes figuran Can Lladó, Can Ros, Can Canal, Can Bartomeu, Mas Català, Can Puig y Cals Frares (también conocido como Ca l’Arnó).

Empezaremos nuestra ruta de las Masías en Cabrera por Cal Conde. Una masía documentada desde 1231 aunque podría ser anterior. Conocida con varios nombres: Can Ros, Can Dalmases y finalmente Cal Conde, ya que en 1924 fue adquirida por el Conde de Vilardaga.

El edificio es un magnífico casal seiscentista con portal adovelado y aberturas de dintel recto enmarcadas con grandes sillares de granito.

Como tal, este tipo de construcciones tienen sus propias particularidades. Entre ellas la orientación sur de su fachada principal para aprovechar al máximo las horas de sol.

Cal Conde, una masía documentada desde 1231

Otra masía que encontramos en Cabrera es Ca L’Escarramant. Se dice que la masía de Ca l’Escarramant, ubicada en la parte occidental de Cabrera de Mar, fue construida por un bandolero. Como muchas casas de payés, la masía tenía unos masoveros, que cuidaban la casa cuando los propietarios no estaban.

Destacar el portal de arco rebajado enmarcado en piedra, al igual que las oberturas del piso principal.  La piedra es, sin duda, otro de los elementos característicos de la masía catalana, no en vano, está presente tanto sin pulir, como picada en arcos o dinteles de las puertas y hasta las ventanas.

Masía de Ca L’Escarramant

La masía catalana tradicional fue concebida como una vivienda autosuficiente aunque su importancia mermó con el progresivo abandono del campo en el siglo XIX, la reurbanización de las zonas rurales y la apuesta por la vida en entornos naturales ha revalorizado este tipo de construcciones tradicionales.

Si bien es cierto que, en muchas ocasiones, estas masías modernas no conservan toda su extensión, sí que su arquitectura se mantiene intacta o con posibilidades de ser rehabilitada. Tanto es así que muchos de estos complejos se han convertido en objeto de deseo como edificios para eventos u hostelería y en no pocas ocasiones, su uso está relacionado con el alquiler para todo tipo de celebraciones.

Es un buen ejemplo la masía de Cals Frares en el vecindario de Agell, que sus actuales propietarios la convirtieron en restaurante. Ubicada junto a la capilla de Santa Helena, está documentada desde el año 1235, cuando era propiedad de la familia Arnó. Posteriormente fue ocupada por monjes benedictinos, de donde le viene el nombre de Cals Frares, que residieron hasta la desamortización del siglo XIX. Después hizo de masovería de la torre Ametller y, terminada la guerra, fue adquirida por los antiguos masoveros, sus actuales propietarios.

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La masía debió de ser reconstruida durante el siglo XVI o XVII. Tiene portal adovelado y ventanas de dintel plano con jambas y alféizar de piedra granítica bien escuadrada. Encima de la dovela central hay un escudo y la fecha 1843.  Flanquean la puerta una piedra, a la izquierda, y un cabalgador a la derecha, junto al que también destaca el magnífico trabajo de forja en la reja de la ventana. Son igualmente interesantes el lavadero y el pozo, así como los comederos de madera del establo, en la parte posterior de la casa. Otros elementos destacables son los arcos diafragma de la planta baja y piso, la cercha de la buhardilla, la escalera a la catalana y los pavimentos, así como la portada de acceso al recinto, que conserva la era ante la casa.

Masía Restaurante Cals Frares, Santa Helena d’Agell

En la vecindad de Agell encontramos también la masía de Can Vivé del siglo XVII, de planta basilical, que actualmente también es un restaurante y Hotel Rural que cuenta con 6 habitaciones de estilo rústico. La masía se mantiene en perfecto estado de conservación, con arcos y paredes de piedra y suelos de adobe catalán. Dos elementos destacan en la fachada principal, el gran portal adovelado de acceso y el reloj de sol.

Destacar de la Masía Can Vivé la fachada principal, el gran portal adovelado de acceso y el reloj de sol.

Otro ejemplo de recuperación de las Masías pero como uso familiar es Can Puig, una de las masías que rodean la capilla de Santa Helena. Está documentada desde principios del siglo XIV, aunque fue reformada entre los siglos XVI y XVII. Y de nuevo en 1819, cuando fue convertida en residencia señorial. Su aspecto actual es fruto de esta última reforma. Tiene planta y dos pisos y un cuerpo lateral con una galería porticada. La fachada tiene en la planta baja aberturas de arco carpanel, un balcón en el centro de la planta principal con restos de esgrafiados a su lado, donde hay dibujados un escudo y un reloj de sol.

Can Puig, una de las masías que rodean la capilla de Santa Elena

Masías en venta en el Maresme

 

Finca rústica en Mataró del siglo XVII

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C-88

1.295.000 €

 

 

Finca rústica a la venta en el término municipal de Mataró con casa señorial de planta cuadrada de época barroca (siglos XVII-XVIII), con una profunda u exquisita restauración del año 2006.

En dicha restauración se han recuperado esgrafiados y un reloj de sol que, conjuntamente con las cornisas barrocas que culminan la fachada, le dan mucha personalidad al conjunto.

La casa dispone de todas las comodidades con ascensor que da acceso a las tres plantas. Cada planta tiene amplios salones, algunos de los cuales disponen de chimenea. Rodeada de jardines, con piscina, y campos de regadío que tienen como telón de fondo el perfil característico de la montañas del Maresme.

Dispone de 4 plazas de parking, vivienda anexa y 2 almacenes. USOS En la finca se permiten 4 viviendas independientes. Y, más allá del uso residencial, también se permite los usos deportivos, educativos, sociales y turísticos (usos hoteleros y de restauración).

SUPERFÍCIES Finca: 30.000 m2 Casa: 1.500 m2 Vivienda anexa: 75 m2 Almacén principal: 120 m2.

 

Histórica masía en venta. Tiana

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C-1029

2.200.000 €

 

Disfrutar de tu casa, de un oasis en el que pasar el tiempo sintiendo que vives rodeado de naturaleza, un sueño posible en esta histórica masía rústica que data del siglo XVIII, completamente renovada, práctica, actual y situada a un paseo del centro de la bonita población de Tiana y a tan solo en 15 minutos en coche al centro de Barcelona, con una superficie construida de 846 m² y un total de 11 hectáreas de terreno cultivable.

En planta baja de esta Masía a la venta, encontramos un gran recibidor con salida al jardín con vistas al mar, cocina con comedor y gran salón en dos ambientes con chimenea; en la misma planta, aseo de cortesía y una majestuosa bodega que conserva las prensas y las botas de vino originales, una de ellas la más antigua de Tiana. En primera planta, salón-recibidor, tres dormitorios dobles, todos con vestidor y baño propio. En la buhardilla, un enorme espacio diáfano con un espectacular techo de vigas de madera.

Anexa a la casa hay una masonería con salón, cocina, 4 dormitorios y 2 baños.

La finca tiene espacio para crear un magnífico jardín con vistas al mar y piscina (balsa de riego antigua), también tiene varios pozos privados y una mina de agua para regar. En la parte trasera encontramos una cubierta para varios coches y lavadero independiente.

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